El Pleno del Consejo Escolar del Estado se reunió ayer, 29 de octubre, para la toma en consideración del 'Informe 2020 sobre el Estado del Sistema Educativo'.
El Secretario General de FSIE, Javier Muñoyerro, intervino en la sesión: “FSIE adelanta su voto favorable a la toma en consideración del Informe 2020, si bien algunas de las propuestas de mejora que se han realizado no son compartidas por nuestra organización y esperamos puedan cambiar en la sesión de hoy.
No podemos obviar en esta intervención la situación actual de una crisis sanitaria que está impactando con dureza en la sociedad.
Han sido muchas los errores y negligencias cometidas
- El abandono al que se han visto sometidos los profesionales de los centros educativos y de atención a la discapacidad, tanto los docentes como no docentes,
- La improvisación que ha presidido las decisiones que se han ido tomando, con ambigüedad e incertidumbre,
- La falta de previsión y trabajo para anticipar soluciones a situaciones, que ya se preveían desde abril y sobre las que no se ha hecho nada,
- El nulo reconocimiento del esfuerzo que han realizado los profesionales para paliar el impacto de esta situación en el alumnado,
- La falta de apoyos adicionales, así como el incremento necesario de recursos humanos con la consiguiente reducciones de ratios.
- La falta de adecuación de los edificios escolares.
La crisis sanitaria que nos afecta desde hace meses está teniendo un duro impacto en el conjunto de la sociedad y, obviamente, en el sistema educativo. Y como colofón a esta dura situación nos encontramos en plena tramitación de una nueva Ley de Educación, que nace sin la más mínima negociación ni debate en la que incluso se ha llegado a impedir en estos días la participación de la sociedad civil en la Comisión de Educación, por primera vez en el Trámite parlamentario de una Ley de Educación.
Ya nos quejamos en su día por el trámite de la Ley Wert, pero como poco la Ley Celaá lo ha igualado. Una Ley más que nace sin consenso, confrontando en vez de sumando, mermando derechos y libertades, atacando al sector de la enseñanza concertada y marginando a sus profesionales. Esta no es la forma de avanzar ni de mejorar el sistema educativo.
En educación cabemos todos, creemos y defendemos un sistema educativo plural en el que las familias puedan elegir libremente el tipo de educación que consideren más adecuado para sus hijos y en el que pueden convivir perfectamente centros públicos, concertados y privados. Esta Ley rompe este equilibrio y es rechazada por una parte importante de la sociedad.
Así, pues, pensamos que sigue siendo necesaria una reforma educativa, que nazca con un alto grado de consenso y apoyo social y político, para que nos permita alcanzar un Pacto Educativo. Estamos convencidos de que sin estabilidad y sin que la educación quede al margen de decisiones políticas cortoplacistas la Educación sigue sin avanzar.”
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FEDERACIÓN DE SINDICATOS INDEPENDIENTES DE ENSEÑANZA
